Profesionalac

Se abre la puerta del despacho del director editorial y aparece un hombre casi anciano con una voluminosa maleta, rígida, cuadrada e incómoda, en la mano. Se trata de Luka Laban, oficial retirado del Servicio de Seguridad del Estado (SDB) en los últimos tiempos de la República Federal de Yugoslavia. El film está basado en una obra de teatro escrita originariamente en 1990 y readaptada para la pantalla en 2003. La obra original se desarrollaba en los años setenta ochenta, en la Yugoslavia titoísta. y hacía referencia a caracteres y situaciones de aquella época. Pero el marco histórico de la versión cinematográfica corresponde a la Serbia de Milošević , arrancando el relato del año 1991. El autor de la obra, director del film y guionista es el afamado dramaturgo serbio Dušan Kovačević (n. 1948)

En el film, Luka Laban irrumpe en un momento delicado para el otro protagonista del film: Teodor «Teja» Kraj . Éste dirige una editorial que atraviesa malos momentos: está a punto de ser privatizada, lo cual supondrá el despide o reajuste contractual de parte de los trabajadores, que en ese momento están en huelga y se manifiestan en la calle, en la misma entrada de la editorial. Pero eso no inquieta demasiado a Teodor, que se dispone a celebrar su 48 cumpleaños en compañía de su secretaria y amante, Marta.

En un primer momento, Teodor cree que el visitante es un incómodo y desconocido autor que le viene a proponer la publicación de sus obras. Y en efecto, Luka saca de su maleta unos gruesos manuscritos encuadernados. Sin embargo, y para sorpresa del editor, el supuesto autor le explica que esas páginas relatan su propia vida, la de Teodor «Teja» Kraj, y están escritas por él mismo. ¿Cómo se puede interpretar eso?

Luka Laban le explica al editor que aquellos volúmenes están confeccionados a partir de los centenares de informes, seguimientos y grabaciones clandestinas que elaboró la Seguridad del Estado sobre «Teja» cuando éste era un joven profesor universitario de la oposición al régimen. En esas páginas está su propia vida, día a día, la pública y la privada, incluso la íntima, con todas sus contradicciones. Por eso, tal biografía puede firmarla el mismo Teodor «Teja» Kraj, aunque en realidad ha sido Luka Laban quien ha producido, reunidos y editado tal material, puesto que él ha sido, a lo largo de los años, el oficial de la Seguridad del Estado asignado al seguimiento del opositor.

A partir de esta esperpéntica puesta en escena, el film -que en realidad conserva su formato original de obra teatral- desarrolla la peculiar relación establecida a lo largo de los años entre el espía y el espiado, aunque este desconoce absolutamente las afinidades emocionales que ha ido estableciendo su acechador. Por supuesto, este argumento recuerda poderosamente al de La vida de los otros, el film dirigido por Florian Henckel von Donnersmarck y estrenado en 2006: en efecto, sólo tres años más tarde de que lo fuera la obra de Kovačević.

El tono de ambas películas es, en apariencia, diferente. La vida de los otros parece más realista que Profesionalac. Además, esta posee un trasfondo mordaz del que carece el film alemán. Pero en realidad, las diferencias proceden de la percepción que poseía la sociedad (y los respectivos directores) sobre el aparato represivo y de control. Donnersmarck, (n. 1973),que procede de la aristocracia católica de Renania del Norte-Westfalia y que creció en Nueva York, Bruselas, Frankfurt y Berlín Occidenta no puede tener la misma percepción del asunto que el director serbio. Son dos generaciones diferentes y dos experiencias vitales y políticas opuestas. Para Kovačević , el personaje de Teodor «Teja» Kraj es un progre de pega, un antiguo profesor tarambana de la «gauche divine» (a escala belgradense años noventa, eso si) reconvertido en empresario privatizador del nuevo capitalismo serbio. En cuanto a Luka Laban, es un viejo policía, que toda su vida ha ejercido de guardián de las esencias del régimen titoísta, es decir, del socialismo real, como se decía en la época. Y cuyo hundimiento definitivo, por cierto, está en el trasfondo del film Profesionalac. La indignación del espía ante el comportamiento del disidente espiado hace que el espectador deba dosificar sus simpatías ante ambos personajes; pero aquellos que están más próximos a la generación de Kovačević entienden parte del trasfondo de su film, heredero de la polémica denuncia del transgresor Pier Paolo Pasolini en 1968, expresada en su célebre poema «Il PCI ai giovanni». Algo de esto, que, por cierto, también está precedente en el carácter de Kostas Jaritos, el celebrado protagonista de las novelas de Petros Márkaris.

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