Así ha cambiado la vida de los agentes secretos durante la pandemia
- JORGE BENÍTEZ@jorgebmontanes
- DAVID SÁNCHEZ (ILUSTRACIONES)@amorlangosta
Actualizado Sábado, 8 mayo 2021 – 22:25
Pocos días antes de que finalizara el 2020 los abogados de Isabel dos Santos, la mujer más rica de África, entregaron en la Corte Suprema de Londres decenas de horas de grabaciones. Estos audios y vídeos recogen los testimonios de ex funcionarios y asesores del actual gobierno angoleño en los que presuntamente afirman que el Estado había conspirado contra la multimillonaria para confiscar sus bienes. Un año antes, Dos Santos había protagonizado Luanda Leaks, una investigación periodística que la involucró en una compleja madeja empresarial de más de 400 sociedades organizada para lucrarse con dinero público.
Estas grabaciones son un ejemplo de la metamorfosis sufrida por la denominada «inteligencia corporativa» en tiempos de pandemia. Todos los archivos, salvo uno que se registró en un encuentro real en un apartamento, se realizaron mediante videollamadas y fueron grabados por agentes encubiertos de Black Cube, una agencia privada de inteligencia israelí que cobra por desenterrar secretos y conseguir información para localizar bienes y dinero. Un juez británico está revisando los archivos en estos momentos.
Hace un año, el espionaje comercial que trabaja para grandes compañías y magnates sufría, como tantos negocios, la crisis pandémica. Los registros de la Administración, cruciales para su trabajo, estaban cerrados en muchos países. Los aviones estaban paralizados en los aeropuertos y los confinamientos impedían cualquier contacto social. Así que este sector, que mueve 66.000 millones de euros al año, según la consultora Gartner, también tenía que cambiar sus métodos de trabajo.
«En términos operativos, estamos haciendo casi todo el trabajo de forma remota», dice Marcelo Correia, de Kroll, gigante estadounidense de la inteligencia corporativa con oficina en España. «Es cierto que hay acciones que tenemos que llevar de forma presencial, pero son pocas. Y, por supuesto, siempre las llevamos a cabo cuidando las políticas de seguridad y las normas de cada país».
Sí: también los espías teletrabajan en tiempos de pandemia.